Potencia y manejabilidad.

La BMW M 1000 R lleva los genes M a una nueva dimensión, uniendo el rendimiento de circuito con la actitud salvaje de una roadster extrema. Con 210 CV y una velocidad máxima que roza los 280 km/h, responde al mínimo gesto con una contundencia impresionante. Su diseño afilado, el faro LED dividido y su presencia musculosa transmiten la esencia de una moto creada para quienes buscan ir siempre un paso más allá.

Sus aletas aerodinámicas M generan fuerzas descendentes clave para el control a alta velocidad, aportando hasta 11 kg de carga sobre la rueda delantera a 220 km/h. El resultado es una mayor estabilidad, menos elevación y la posibilidad de frenar más tarde y acelerar antes. Todo está pensado para la precisión: desde la aerodinámica hasta la electrónica enfocada al rendimiento.

El motor de cuatro cilindros con tecnología BMW ShiftCam catapulta la M 1000 R de 0 a 100 km/h en solo 3,2 segundos, ofreciendo más par y una respuesta más agresiva a partir de 10.000 rpm. Las relaciones de transmisión optimizadas, el asistente de cambio Pro y el silenciador final de titanio refuerzan un comportamiento explosivo y un sonido que no deja indiferente.

El chasis equipado con Dynamic Damping Control, la ergonomía orientada a la rueda delantera y los asistentes avanzados —incluidos los modos Race Pro, DTC evolucionado y Brake Slide Assist— garantizan un pilotaje preciso y directo.

La M 1000 R combina control, carácter y adrenalina en cada kilómetro. Una moto creada para quienes convierten cada recta y cada curva en una nueva oportunidad de desafiar los límites.